¿En qué supuestos la finalización de una beca puede considerarse un despido improcedente?

— Publicado el 18 de Junio de 2023 —
Muñeco de papel despedido

En aquellos casos en los que la beca encubra en realidad un vínculo laboral, por realizar el becario las mismas funciones que el resto de los trabajadores de la empresa, sin recibir formación, los Tribunales podrían considerar que la terminación de dicha beca constituye en realidad un despido improcedente.

La Sala del TS concluye que el becario prestó los mismos servicios que el resto de los trabajadores, y no existió formación por parte de la empresa, por lo que debe declararse la existencia de un despido improcedente.

En el año 2015, se incorporan 6 becarios en un organismo público.
En concreto, la beca tenía duración de un año.
Si bien el becario no registraba su jornada y fijaba su horario y vacaciones con su tutor, lo cierto es que prestaba servicios de forma similar al resto del personal, contando incluso con cierta libertad para resolver cuestiones que pudiesen surgir.

Romper contrato

Cuando se alcanzó la duración máxima de la beca, el trabajador acudió a los Tribunales solicitando que el fin de la beca fuese declarado un despido improcedente, puesto que en este caso había estado vinculado a la empresa mediante una relación laboral real.

En relación con las becas, resulta fundamental poder apreciar el carácter formativo de las mismas.
En este concreto supuesto, el becario no tenía tutor, dependiendo jerárquicamente de los mismos superiores que el resto de los trabajadores.
Por otro lado, si bien es cierto que adquirió conocimientos acerca del funcionamiento del departamento, el Tribunal considera que esto no significa que hubiese recibido la formación que daba sentido a la beca.
Por todo ello, puesto que el becario prestó servicios igual que cualquier otro empleado de la empresa, la terminación de la beca debe ser considerada en este caso un despido improcedente, por existir una relación laboral real y ordinaria, y no meramente formativa.

El hecho de que el becario no tenga tutor o realice las mismas funciones que el resto de los empleados de la empresa, pueden considerarse indicios de que, en realidad, se trata de una relación laboral ordinaria, y no formativa, de tal forma que la terminación de la beca podría ser considerada como un despido improcedente.

Despido